Nos veían como una fuerza política que podía ganar las elecciones y había que evitarlo. Para eso, había una estructura mafiosa con piezas en el Gobierno, Estado, élites policiales, élites militares y, por supuesto, judicatura y medios de comunicación. Sectores mafiosos con mucho poder que conspiraron con absoluta impunidad para alterar el proceso democrático. Si tuviéramos una democracia real, estos señores acabarían en la cárcel. Pero creo que no lo veremos. Y menos después de que el PSOE haya legitimado a la derecha judicial