Quintero señala una distinción preocupante en la actualidad. Si bien siempre ha habido analfabetos, los de hoy son especialmente preocupantes. A pesar de tener acceso a la educación, muchos eligen ignorar la oportunidad de aprender, convirtiendo la ignorancia en una opción, no una desgracia. Esta elección consciente recuerda la "culpable minoría de edad" de la que hablaba Kant. Quintero, un moderno Diógenes, denunciaba este comportamiento, llamando a las cosas por su nombre, sin temor a ofender.