Diez años buscando al tal Bil Laden, y resulta que cuando lo matan lo tiran al mar. Claro, claro, claro. Y después los marines que lo han ejecutado se fueron de tapas al país de nunca jamás con Peter Pan y el capitán Garfio, tomaron un café con el lobo de caperucita en la casa de la abuela, pasaron por el palacio de la Bella durmiente para ver si había puesto el despertador en hora, y acabaron brindando en un antro de Metrópolis con los siete enanitos, mientras Superman, verdadero gestor de la operación, se iba con blancanieves a tomarse...