Sacan la basura, barren las escaleras, están pendientes de quien entra y quien sale, y escuchan pacientemente quejas, chismes y lamentos de la gente, en particular los ancianos. Sin embargo el "concierge" -o conserje, que hace de guardia, camarero y terapeuta en un edificio-, es una especie en extinción. Con él, desaparece un estilo de vida centenario. Los conserjes son parte misma de la identidad francesa, igual que los baguettes con las comidas y el queso con vino.