Cada historia es diferente. Hasta hace mes y medio, por ejemplo, la de Pepe Luis era igual a la de muchos de los trabajadores de la construcción que se han pasado la vida recorriendo España. Esos que han levantado autopistas, túneles o traviesas del AVE por toda la Península. Pero su vida sufrió un giro brusco de timón. «Estaba bien, tenía comida, cama, oficio y en cuatro días quedé tirado, perdido», explica este trabajador de la construcción con más de 29 años abonados a la seguridad social.