Varios obsesos de la puntualidad y tardones crónicos confiesan las razones de su comportamiento, anécdotas divertidas provocadas por ese hábito y lo que sufren en silencio por sus devaneos temporales. Vivimos en un mundo en el que se habla muy a menudo de la impuntualidad. Mucha gente tiene entre sus rasgos distintivos el llegar siempre tarde, pero nunca he escuchado hablar de la extrema puntualidad y sus consecuencias. ¿Será tan común como su contrario? ¿Es algo imposible de cambiar?
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Esta lista, pero vuelve a por yoquesé, pasa por el pasillo hacia aquí, hacia allí, la niña ya está vestida y repeinada, pero te pide que la cambies, ¿bajaste la basura? la bajo luegooo, vengaaa vaaaamooooos, etc,
Se les puede mentir con la hora del evento, pero por cualquier cosa, de cualquier manera, algo telúrico los tiene embrujados.
Yo tenía un compañero de estudios, que sus amigos siempre quedaban con el 1 hora antes. Todos sabían menos el susodicho que era 1 hora más tarde.
Llegaba puntual.
Se debe llegar a la hora convenida minutos arriba o abajo
Yo lo flipo.