Cualquier iglesia es propaganda. Proselitismo le llaman, difundir su mentira aprovechando invasiones, por ejemplo, como hizo Castilla por las américas. Hoy, los rescoldos reanimados de aquel proselitismo vuelve con fuerza siglos después en forma de fundamentalismo cristiano. Y no hay manera de que razonen que si creen en este ser mágico o en otro es porque fueron evangelizados por la fuerza en la religión que tocaba...