Además de las instalaciones, infraestructuras, maquinaria y poblados existentes en la actualidad en la cuenca hullera del río Rubagón (Palencia), todavía pervive una memoria colectiva de aquellos mineros que pasaron una parte de su vida sumergidos en la total oscuridad de la mina, en el interior de estrechas y húmedas galerías. En el año 2017, los antiguos mineros nos contaron su historia para que quedara en la memoria colectiva.