Marcas como Coca-Cola o McDonald's ya están 'calentando motores', mientras Boeing tiene tanta prisa por regresar que ha hecho desmentir el rumor al gobierno ruso. La marcha de las marcas extranjeras supuso una oportunidad única para las empresas rusas y, gracias al apoyo estatal "la aprovecharon en su totalidad". Ahora Rusia quiere que todo esto no quede en nada, y antes de permitirles la entrada de nuevo, quiere que se garantice la protección de sus empresas. La salida del mercado ruso costó a las empresas estadounidenses más de 300.000 millon