Si usas un 42 de talla de zapato y te tomas la molestia de medir tu pie descalzo, de la punta al talón, verás que no mide 42 cm. En realidad, la norma que se usa para definir la talla del calzado en Europa continental se estableció a principios del siglo XIX, cuando se unificó el sistema de medidas. Los fabricantes de calzado utilizaban el concepto de "punto París" y se acordó que su medida eran, exactamente, 2/3 de centímetro, o sea 6,666… mm. ¿Quiere eso decir que una talla 42 de calzado equivale a un pie con una longitud de 28 cm? Pues no.