...Existía una amplia zona restringida con bastante vigilancia. Era vital conocer que escondían. En Caen se pusieron inmediatamente a estudiar el modo de colarse en la zona prohibida sin que los germanos sospecharan. Nadie daba con un método eficaz, hasta que el adolescente François Guerin, propuso un plan: entrar con Arthur Poitevin, su profesor de música. Cuando se lo sugirió, este se echó a reír. ¿Cómo iba a espiar si era ciego? Precisamente, esa era la clave.