Los habitantes de Anarres (descendientes de exiliados de Urras a causa de su participación en una revolución anarquista) poseen un régimen anarquico taoísta, con una cultura de compartición en un mundo extremadamente pobre en recursos. Los habitantes de Urras, por el contrario, han desarrollado una cultura urbana capitalista en un mundo que no impone tantos rigores para la supervivencia.