En las últimas decenas de años (¿o quizá desde mucho antes?) la mayor parte del conocimiento sobre las partículas subatómicas ha venido de lanzar unas contra otras a energías cada vez mayores, y viendo lo que aparece después. Como niños que lanzan un juguete contra el suelo y lo aporrean para ver las piezas que lo forman. Lo primero que hay que tener en cuenta es que las partículas en un colisionador van a velocidades muy grandes. Casi casi casi a la velocidad de la luz. Así que, no queda otra, hay que usar las reglas del juego de la relativida