Si vives con un perro o un gato, seguramente te habrás preguntado si el amor que te profesa tiene que ver con tu función como proveedor de alimento o si, genuinamente, siente algo por ti. También puede que te hayas preguntado qué ocurriría si tuviera que elegir entre tú o su comida. Pues bien, es algo que el neurocientífico Gregory S. Berns también se ha preguntado.
Berns lleva años investigando el cerebro de los perros con equipos de resonancia magnética y ha llegado a interesantes conclusiones sobre el funcionamiento del mismo.
|
etiquetas: perros , amor , comida , gregory s. berns
No tengas más, por favor. Desiste de seguir hostigando a esa noble especie, ¡ten clemencia!
Vamos, no tengo duda que el animal si tiene hambre y lo necesita, me atacará para conseguirlo porque es su instinto, al mismo tiempo que sé que cuando me voy de casa me esperan, maullan pidiendo compañía (los gatos sólo nos maullan… » ver todo el comentario
Son perros peculiares, para enseñarles a que te den la pata ármate de paciencia y te la darán cuando quieran ellos, pero cosas como cual es su zona o reconocer a una persona que haya estado un par de veces contigo y la identifique que es amiga tuya lo hacen de forma natural y no se olvidan de la gente en años aunque les hayan visto 5 minutos.
Un perro bien educado se morirá de hambre antes que atacarte.
m.filmaffinity.com/es/film905912.html
Yo evidentemente sin saber quién eres te salvaría a ti sin dudarlo pero después de leer tu comentario no te quepa duda que entre tu vida y la de mis gallinas no dudaría.
Morirás solo, o sola, y te lo mereces probablemente.
Hala, a pastar.
Y si, soy un buen ser humano, tú no.
Tú dejarías morir a un ser humano por salvar a tus chuchos, yo sabiendo cómo piensas te dejaría morir si tuviese que elegir entre tú y mis gallinas. ¿Son mejores tus mascotas de mierda que mis gallinas?
Sobre todo por gente como tú.
Pero si tengo que elegir, elijo a seres con los que tengo un vínculo, sin más. Sea la vecina de enfrente, sean mis gatos. ¿No te gusta?
A pastar.
“Seres con vínculos”. Debes de ser una persona muy solitaria y egoísta, lo siento por ti.
Ejemplo humano: si tu pareja quiere juerga y tú te estás muriendo de hambre es probable que le digas me meriendo esto y soy todo tuyo, eso no quiere decir que quieras más a un cocido que a tu pareja.
youtu.be/Q_jZTYPHT7s
La prueba la tienes en perros que son muy maltratados por sus dueños y aún así vuelven con ellos.