Teletrabajo: Cómo trabajar en casa durante el coronavirus

En primer lugar, aunque todos los haters, vagos, maleantes y demás personajes que no tienen oficio ni beneficio que pululan por aquí valoren negativamente este artículo, la realidad es que lo creo para ayudar a las personas que están trabajando en casa y, de paso, ganarme algún mísero "enlacillo". Esta es mi experiencia personal y ya podrían esos que tanto critican el trabajo de los demás ponerse a currar en lugar de coser a negativos a los que nos ganamos la vida con mucho esfuerzo dignamente 😉...

Dicho esto, pasemos al lío; ¿te ha tocado trabajar en casa durante la pandemia del coronavirus?, pues en base a mi experiencia personal te voy a dar unos consejos para que te sea llevadero.

A continuación voy a compartir contigo algunas claves para que puedas trabajar en tu casa de la mejor manera posible y "capear" la pandemia del COVID-19 hasta que todo se normalice. Básicamente lo único que buscas es no perder tu trabajo, estar cómodo y ganar dinero para poder seguir teniendo cierta normalidad en tu vida, ¿cierto?, pues sigue leyendo...

 

Necesitas las herramientas adecuadas

Al igual que personalizas tu oficina para sentirte cómodo, pasa lo mismo cuando tienes un espacio de trabajo en tu casa. Tienes que asegurarte de que el espacio de trabajo de tu hogar sea un entorno adecuado, así que lo que toca es acondicionar un área exclusivamente dedicada a ti.

Trabajar desde el sofá o en la mesa de la cocina hace que sea mucho más difícil concentrarse, por ello es esencial tener una habitación libre o cualquier lugar donde puedas separarte del caos cotidiano de tu casa.

Al igual que una casa no es un hogar hasta que cuelgas una foto, un espacio de trabajo no es una oficina hasta que tienes algo personal en tu escritorio. Además, tienes que averiguar qué tipo de entorno funciona mejor para ti. Por ejemplo, puede que necesites silencio absoluto o música de fondo que te ayude a concentrarte. A partir de ahí, haz pruebas hasta que te sientas completamente tranquilo/a.

 

No seas un ermitaño del trabajo

El aislamiento es una de las mayores preocupaciones para las personas que no están acostumbradas a trabajar desde casa. Es un miedo normal, pero que se supera fácilmente cuando te acostumbras. Yo llevo al menos 10 años trabajando en casa y tengo mi espacio tan personalizado que apenas he notado el confinamiento, no te digo más...

Las videollamadas y teleconferencias son fundamentales para mantener el contacto con la realidad, mucho más ahora que son gratuitas. Utiliza Whatsapp o Skype para hacer videollamadas y mantente conectado con el mundo, tampoco se trata de romper con todo lo exterior pese a que a veces no te falten ganas.

 

No seas demasiado social

Si tienes compañeros de cuarto o familiares en casa, lo normal es que quieran hablar contigo cuando estés allí, pero si trabajas desde casa, eso debe cambiar. Déjales claro que las horas de trabajo son para trabajar, es imprescindible que te dejen tranquilo. El trabajo en casa es un una gozada cuando te lo montas bien, si no lo haces puede ser una auténtica pesadilla...

Lo mismo pasa con los compañeros de trabajo, ya que pueden querer contactar contigo por Skype o whatsapp sabiendo que tu jefe no está cerca. Deja en claro que te gusta hablar con ellos pero preferirías hacerlo después de que termine el día de trabajo, a menos que no haya una emergencia. Puede sonar antisocial, pero descubrirás que establecer una rutina es fundamental para poder "dar la talla" en tu empresa, siempre y cuando te interese conservar el puesto de trabajo.

 

Si trabajas en casa, ¡vístete!

Al igual que cuando te duchas y te vistes antes de ir a la oficina, te recomiendo que lo hagas antes de comenzar tu día de trabajo en casa.

Te permite cambiar mentalmente al modo trabajo, y estarás listo para afrontar las responsabilidades de ese día tan pronto como te sientes delante de tu ordenador.

 

Pon límites

Has establecido límites para amigos y familiares, pero también debes establecerlos para ti. Es fácil ver cómo el día laboral se extiende a tu vida personal cuando trabajas desde casa, de hecho trabajarás muchas más horas para asegurarte de que has hecho el trabajo correctamente.

El primer paso es establecer horarios de inicio y finalización concretos para tu día de trabajo. Por ejemplo, haz una pausa para el almuerzo todos los días como harías en tu trabajo y otra para la merienda.

Por tentador que sea comer en tu escritorio, tienes que desconectar y cambiar de escenario. Alejarte unos minutos de tu ordenador hará que seas más productivo, no lo dudes...

 

Cuidado con lo que comes...

Ir a la cocina cuando quieras es muy tentador cuando trabajas desde casa. En la oficina, luchas contra el aburrimiento caminando o hablando con un compañero de trabajo. En casa a menudo estás solo, por lo que esa bolsa de patatas fritas puede ser especialmente tentadora...

El consumo de alimentos con alto contenido de azúcar y carbohidratos durante el día provocará una caída de energía a la tarde y eso implicará que quieras hacer una pausa para darte una siesta. Para combatir esto, realiza caminatas por casa para que la sangre fluya. Si tu horario/trabajo lo permite, sal a la calle y camina.

Si tienes perro será perfecto para sacarlo a hacer sus necesidades y, de paso, para darte un respiro.

 

Evita la cafetería

Puede ser tentador coger tu ordenador portátil e ir a una cafetería, un parque o cualquier otro lugar fuera de tu casa, pero te aseguro que no es una buena idea. Cuando hay una pandemia lo primero que recomiendan es que te quedes en casa, cualquier espacio público te puede exponer a contraer un virus y eso es lo último que quieres.

Si quieres seguir trabajando y desconectar busca zonas donde no haya nadie para cambiar de escenario, pero evita exponerte tontamente por el mero hecho de "desconectar".