Dos polos opuestos, los de Oppenheimer y Strauss. El político se fue granjeando la confianza de las altas esferas estadounidenses hasta codearse con varios presidentes del país, Eisenhower, Truman y Hoover. La muerte de sus padres, a causa del cáncer, supuso su entrada en el mundo nuclear, para el tratamientos con radio contra la enfermedad. Strauss sospechaba de que Oppenheimer era comunista e consiguió vetarlo