Uno por uno, los arqueólogos tropezaron con trozos de basura. Usando técnicas típicamente reservadas para documentar herramientas de piedra y huesos, el equipo registró artículos como cucharas de plástico, gafas, tapas de botellas, pajitas, baterías de teléfonos móviles, tapas de latas de pintura, envoltorios de dulces y envoltorios de plástico. Cuando terminó el experimento, los arqueólogos habían descubierto casi 3.000 elementos, la gran mayoría de ellos hechos de plástico.