El gas natural licuado (GNL) es gas natural procesado para transportarse en estado líquido. Su ventaja principal es el fácil transporte y almacenaje, a través de barcos o camiones cisterna denominados metaneros, por lo que no requiere gasoductos. Ya en el país de destino, se revierte al estado gaseoso y se inyecta en las tuberías de gas natural. El GNL ocupa seiscientas veces menos espacio que el gas natural. Esto facilita transportarlo para rentabilizar reservas aisladas donde hacerlo a través de gasoductos sería más caro.