La restricción calórica no es una dieta basura, de esas que prometen hacerte perder peso a marchas forzadas, pero a costa de tu salud o con un efecto rebote importante. En este caso, su efectividad está probada. Y tiene un fundamento científico que se explica en dos brochazos. “Restringir calorías es como pisar el freno del metabolismo basal, es decir, disminuir lo que consumen las células para llevar a cabo sus funciones diarias”, explica Leanne Redman, investigadora del Centro de Investigación Biomédica Pennington (EE. UU.).
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Pero lo de vivir eternamente...ya tal.
Se trata de vivir lo que toque lo más a gusto posible.
Nada, venga ese chuletón.
Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra.
Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie.
Esto ya lo decía Miguel de Cervantes en el Quijote en 1605. Parece que hemos descubierto la rueda.
y mucha suela de zapato.