Cuando dormimos, no nos enteramos de muchas cosas, en especial si tienes la fortuna de hacerlo profundamente. Por lo tanto, al igual que con los ronquidos, es posible no saber que expulsas muchos gases, hasta que tu pareja o la persona con quien compartes habitación, te lo dice.
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Y cuando algo me los ha provocado, si se que son gases que huelen mal (la cebolla es un buen ejemplo) me retiro al servicio o me aparto lo suficiente para hacerlo (salvo si estoy en mi vecindario, ahi es el unico momento en el que decido coger el ascensor y dejarles un regalito a mis "amados" vecinos).
Pero lo que ocurre en el cuerpo de forma involuntaria mientras se esta durmiendo escapa al control, no habria que sentirse avergonzado por ello