Su objetivo era muy claro, comprar muy barato, reposicionar el activo, vender lo antes posible y obtener importantes plusvalías.Comenzaron invirtiendo en oficinas y centros comerciales, pero pronto se interesaron por activos industriales y logísticos, e incluso irrumpieron en el mercado residencial. Compraron a bancos, inversores privados, pero también a la Sareb y las Administraciones Públicas. Algunos incluso llegaron a comprar y vender un mismo activo en menos de seis meses,