El turismo nacional está en horas bajas en Málaga. La subida de los precios y la consecuente merma de la capacidad de ahorro de los españoles es uno de los argumentos que está detrás de este descenso, a la provincia han llegado 80.000 turistas españoles menos este verano. La presencia de nacionales cae en todos los alojamientos turísticos menos en uno: los campings, la opción favorita.
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No es el pueblo más bonito del mundo, pero se está bien, y es auténtico.
Todo esto lo digo porque ir a Málaga, no tiene mucho sentido, parece que estás en una colonia, precios disparados y mucha comida que deja mucho que desear, evidentemente también tiene sus sitios.
Y siempre tienen seguidores que aplauden la monetización del turismo.
Ah,pero como no son apartamentos turísticos no los critiquemos