"Han perdido. Hemos ganado. Y ha sido abrumador. Tan abrumador que la explosión de odio que sostiene a este movimiento que hoy vende un falso éxito es entendible. Es casi entrañable. Tanto han perdido en este mundo, que nunca volverá a ser como les gustaría, que lo niegan y dibujan uno paralelo en el que la materia prima, lógicamente, no puede ser la verdad sino el bulo. Un matrix para idiotas que desearían que los homosexuales volviesen al armario y la mujer a la cocina, pero se conforman, derrotados, con denunciar que en el mundo árabe..."