Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), entre el año 2000 y el 2024, en el conjunto del Estado las personas autodefinidas como católicas ha pasado del 84,7% a un 54,5%. Las dos terceras partes eran además no-practicantes. A destacar que el porcentaje de creyentes es bastante menor en la juventud, puesto tan solo llega al 36,4% (datos de 2023). La tendencia pues es clara: cada año que pasa desaparece una población envejecida, mayormente creyente, y ocupa su lugar otra que no lo es.