El monasterio de El Escorial, al noroeste de Madrid en la Sierra de Guadarrama, fue construido como monumento conmemorativo de la victoria española en la batalla de San Quintín en 1557. El propio Felipe II, eligió el lugar del monasterio a 1.028 metros sobre el nivel del mar, e inspeccionó personalmente el progreso del proyecto. El monasterio fue diseñado por el arquitecto Juan Bautista de Toledo y terminado por Juan de Herrera. La construcción duró 21 años (1563-1584), y durante mucho tiempo el monasterio fue el edificio más grande del mundo.