He acompañado desde las gradas la evolución de movimientos como el 15-M, y ahí los ves rasgándose las vestiduras con cosas como los sistemas asamblearios, muy románticos ellos, cuyas limitaciones se conocen demasiado bien por haber sido puestos en práctica en otras épocas y estudiados hasta la saciedad. O vienen partidos políticos de nueva factura, como Podemos, con un éxito fulgurante en las últimas elecciones europeas a sus espaldas, a hablarnos del materialismo histórico y la lucha de clases, un instrumento de análisis muy poderoso...