"Además, seamos sinceros, no son nada estéticos. ¿A quién le pueden gustar esos dos bultos colganderos llenos de pliegues? Puede que si les haces una fotografía muy de cerca (con un macro) y le metes un filtro de Instagram (el toaster por ejemplo), tus dos pelotas parezcan las dunas del desierto del Sahara, pero es muy improbable que eso ocurra, y si ocurriera serías un asco de tío (o serías un genio, aquí no hay medias tintas)."