Hija de una familia de antifascistas, Luciana Romoli (Roma, 1930) empezó a colaborar con la Resistencia italiana, sin saberlo, cuando tenía 8 años. Una mañana, una profesora atacó y vejó a su compañera de pupitre, una niña judía llamada Deborah. Luciana la defendió y la expulsaron del colegio, como a su amiga. Poco después, Luciana comenzó a trabajar, equipada con una bicicleta y una pastilla de cianuro y con el nombre de guerra de Luce, como correo de los partisanos en Roma, una tarea crucial que hicieron muchas mujeres y adolescentes. Tras li