Según explica el Fiscal, entre los años 2013 y 2015, el acusado regentaba una agencia de modelos en Pamplona a través de la cual “contactaba con numerosas jóvenes interesadas en trabajar como modelos” a las que, tras concertar una cita con ellas, “les sacaba una fotografía vestidas, portando una pizarra con su nombre” para, a continuación, pedirles que se pusieran ropa de baño, abandonando la habitación. En ese momento, dejaba la cámara sobre un trípode, enfocando a las chicas y en funcionamiento, grabándolas mientras se cambiaban de ropa.