"Sobre la denuncia que el novio de Ayuso ha puesto contra mí y Más Madrid, voy a ser muy clara: ni me van a intimidar, ni van a conseguir que deje de luchar contra la corrupción del PP que viene de lejos (Gurtel, Púnica, Lezo) y que se mantiene a día de hoy (caso FP, Ana Millán). Esta es la estrategia de la tinta del calamar, que solo pretende enfangar y distraer la atención. Todas las preguntas que hice sobre quién paga el piso en el que vive la presidenta de la comunidad de Madrid, y a cambio de qué, siguen sin responderse..."

Les acusa de tergiversar la investigación que se sigue contra él por fraude fiscal para denunciar "una trama de corrupción inexistente" y tratar de involucrar a Díaz Ayuso

Esta es una historia anónima, como la de tantas otras personas. Importantes en su familia y en su profesión comprometidos con sus ideas. Les tocó vivir una época de ilusiones y conflictos. Asumiero…

Vera Liddell, maestra y directora de servicios de alimentos, robó 11.000 cajas de alitas de pollo, destinadas a familias de estudiantes que dependían de las comidas escolares para su sustento diario. El esquema fraudulento de Liddell se desarrolló 19 meses durante la pandemia, con las escuelas cerradas se continuaba proporcionando comida a las familias. Liddell aprovechando su posición realizó pedidos que fueron desviados para otros fines aún desconocidos. El desfalco dejó sin alimentos a los niños y una pérdida millonaria para el distrito.

Los provincianos no soportamos su arrogancia, su Atocha y su Chamartín en obras perpetuas, una chatarra que funciona a su ritmo y su manera, su manía de no entender que fuera de la M-30 también hay vida. ¿Cómo no detestarlos, si se creen superiores por vivir en una urbe de cemento y bocatas de calamares mal fritos? ¿Calamares del mar de Madrid? Y bien, Madrid no es una ciudad, es una imposición, una dolencia del alma, una maldición que nos obliga a mirarla siempre como un Dios menor al que todos deben rendir pleitesía....

Los pueblos españoles se llenan durante el puente de la Asunción de la Vírgen que se celebra el 15 de agosto. Esta fecha suele coincidir con las fiestas grandes de todos los pueblos y la gente suele pasar estos días en los entornos rurales huyendo de las grandes ciudades. Las capitales de provincia se vacían y muchos sitios que sufren despoblación durante el resto del año irradian vida y alegría durante este fin de semana.

A pocos días de que se cumpla el tercer aniversario de la toma de Kabul por parte de los talibanes, las potencias de Occidente que tantos esfuerzos invirtieron en el país parecen ahora darlo por perdido. Mientras, la población afgana ve cómo el régimen fundamentalista se asienta en el poder, las dificultades para sobrevivir se acumulan y les resulta casi imposible imaginar un futuro mejor sin tener que huir. “No te olvides de Haití”, nos pedía Forges con una insistencia casi quijotesca. En ese momento, el país devastado por un terremoto era el

Cuando acudimos a cualquier oficina o lugar público en el que se nos atiende para velar por nuestros derechos, nuestra salud o simplemente para comprar damos por sentado que se encontrarán limpios y en unas óptimas condiciones. Y, sin embargo, pocas veces vemos a quienes día tras día dejan los entornos de trabajo impolutos. Si pensamos muy rápido, hasta creamos que no es un trabajo lo suficientemente digno. Nada más lejos de la realidad. El mejor hospital del mundo, el mayor banco, o la mejor universidad sucias no tendrían ningún valor.

"Pinta una cruz en la puerta y pon tu nombre debajo porque cicutas y ortigas nacerán en tu costado. Y agujas de cal mojadas te morderán los zapatos"

Todos los veranos ocurre la misma historia. Turistas que llegan desde la costa mediterránea que olvidan o no saben que aquí sí tenemos mareas. El reciente episodio de la familia murciana a la que el mar engulló su vehículo en la localidad de Muros nos permite extraer una valiosa lección sobre el poder de la Luna, sobre el que tanto se ha escrito.

Federico M. V. dirige el Centro de Orientación Familiar de la Diócesis (COF) 'Mater Misericordiae' de València, vinculado al Secretariado para la Defensa de la Vida del Arzobispado en el que participa Hazte Oír.

La falta de consecuencias por las mentiras y el engaño fomenta una cultura de impunidad entre los políticos. Los ciudadanos parecen tener una memoria selectiva y frágil cuando se trata de recordar las mentiras de los políticos. Según un estudio publicado en la revista Political Psychology, los votantes tienden a olvidar las falacias de los políticos que apoyan, especialmente si se alinean con sus propias creencias y valores. Los medios de comunicación juegan un papel esencial en la formación de la opinión pública.