En 2017, Carlota, una de las concursantes de Gran Hermano, fue llevada a su cama en estado de embriaguez por uno de sus compañeros, José María López Pérez. Ella apenas podía ni hablar, pero eso no le importó al hombre que, sin haber probado una gota de alcohol, se metió con ella y se cubrió con el edredón para que no lo vieran las cámaras. Una vez allí, se denuncia que la violó aprovechándose de la indefensión de Carlota.