Vivimos en unas sociedades inoculadas por el virus del miedo. El miedo a perder el trabajo, el miedo a ser atracados por la calle, el miedo a un atentado terrorista, el miedo a una epidemia, el miedo a las centrales nucleares, el miedo a los transgénicos, el miedo a internet... Porque el miedo es un gran negocio. Lo es para las empresas de seguridad, las de seguros y todas aquellas que viven de la inseguridad de los demás.