En mitad de una sociedad pobre en elementos humanos, pobre en empatía, en altruismo, en simpatía, en valentía, en justicia e infinidad de otros conceptos que de ser más presentes seguro que viviríamos en un mundo mejor, siempre, por suerte, podemos disfrutar de personas que por cuyo valor, vehemencia y constancia para con aquello que consideran justo, podríamos denominar como héroes anónimos.