Al contrario de lo que siempre se ha creído, la antroponosis, cuando los humanos son la fuente de virus para animales, es más común que la zoonosis. Este descubrimiento desafía la percepción común de los humanos principalmente como víctimas en el escenario de las enfermedades zoonóticas. Según François Balloux, uno de los autores del estudio, es crucial empezar a considerar al ser humano como un nodo integral en una vasta red de intercambio de patógenos, lo que podría revelar estrategias más efectivas para prevenir futuros brotes y pandemias.