La evaluación de un estado emocional no es una tarea fácil. Mientras que en los humanos las emociones se pueden conceptualizar y se pueden verbalizar, no hay forma de preguntarles a los animales si pueden sentir emociones. Investigadores portugueses han demostrado por primera vez que los peces tienen estados emocionales desencadenados por la forma en que perciben los estímulos ambientales. Este estudio, publicado en Scientific Reports, revela que la capacidad de evaluar los estímulos emocionales puede tener una base neurológica más simple de lo esperado que se conservó a lo largo de la evolución animal.