La ministra habla del fraude de aquellos que hacen una chapuza por cincuenta o cien euros. El otro fraude, el que de verdad pone en peligro las pensiones, el de cientos de millones, no le interesa destaparlo. Si miramos la EPA del segundo trimestre, en ella se dice que de media semanal los asalariados han realizado 3.189.900 horas extraordinarias no pagadas y, por lo tanto, no cotizadas. Las horas no pagadas equivalen a 88.855 puestos de trabajo y las pagadas a otros 68.006. Y la ministra mira para otro lado.