La iglesia de San Antonio de Padua fue declarada Bien de Interés Cultural en 2011. El pasado 8 de marzo, el párroco Héctor Lunar Guevara tomó la decisión de retirar la protección de pintura plástica que resguardaba los frescos del presbiterio de la iglesia. Estas pinturas, datadas del siglo XVIII, representan un valioso tesoro cultural para la comunidad local. Sin embargo, en un acto que ha causado indignación, el cura ordenó a trabajadores no especializados cubrir los frescos con una capa de pintura convencional blanca.