Acudió cómo siempre al ordenador y como aquella clara evidencia de que quería sacar todo aquello de su cabeza. Su trabajo le proporcionaba la mejor herramienta para poder hacerlo, así que ahora, con el tele-trabajo desde casa, y con el horario que ella misma había elegido, hizo lo habitual: Prepararse un café y mientras ingería el brebaje que le auguraba un mejor despertar, ojeaba la agenda para aquella semana.