Diez meses, mucha moral y un poco de suerte para obtener algunos visados ha necesitado Juan Martín López Sánchez para recorrer en bicicleta los 25.000 kilómetros que separan Granada, donde reside, de Pekín, una Ruta de la Seda que siempre soñó con surcar. El cicloturista sevillano, de 38 años, casado y con una hija, quedó impresionado desde pequeño con los paisajes de esa milenaria ruta gracias a un reportaje chino-japonés que se emitió en TVE en los años 80, y siempre tuvo el gusanillo de viajar por ella.