La compañía Duralex ha quebrado. Esto es, en sí misma, una contradicción, puesto que sus productos han dado la vuelta al mundo precisamente por indestructibles e inquebrantables. La marca francesa Duralex echa el cierre, al menos por el momento. La empresa ya tenía problemas de flujo de caja desde que su producción se redujera y ahora es inviable mantener el ritmo de los hornos por el precio del gas. Ubicada en La Chapelle-Saint-Mesmin, en Loiret (Francia), tomó su nombre de la máxima latina 'Dura lex, sed lex': la ley es dura, pero es la ley.