En términos relativos, cada milmillonario produce, en promedio, una cantidad que multiplica por más de un millón el carbono que genera una persona del 90% más pobre de la humanidad: 3,1 millones de toneladas frente a 2,76 toneladas. De media, hasta un 14% de las inversiones de los milmillonarios se dirige a industrias altamente contaminantes (combustibles fósiles o materiales como el cemento, por ejemplo), mientras que solo una de las 125 fortunas observadas ha invertido en una empresa del sector de las energías renovables.