No es nuevo que denunciar al sionismo pueda suponer el fin de tu carrera en la mayor industria del cine, la norteamericana. Solo hay que recordar lo que sufrió la actriz Vanessa Redgrave, narradora del documental de 1977 The Palestinian, un trabajo sobre la situación de los palestinos y las actividades de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina). Cuando Redgrave fue nominada al Oscar a la mejor actriz de reparto por Julia, miembros de la ultraderechista JDL quemaron un monigote con su cara y ofrecieron una recompensa por su cabeza.