La paradoja de la guerra de Irak, sin embargo, es que veinte años después, el resultado ha sido el “mejor” de las dos guerras de Bush. Tras el 11-S, siempre se habló de la invasión de Afganistán como la guerra justificada y justificable, la “necesaria”, y la de Irak como la “mala” guerra, una agresión absurda contra un país inofensivo y derrotado. Irak es hoy, sin embargo, algo relativamente parecido a una democracia medio estable; quizás no sea un lugar próspero y floreciente, pero es un lugar con un estado semi funcional con derechos y (...)