Muchos consideramos que las serpientes son seres solitarios y fríos, tan diferentes de otras de su tipo como de nosotros. Sin embargo, un nuevo estudio determina que esta idea es errónea, sobre todo en las serpientes del género Thamnophis. Estas criaturas no venenosas, que se distribuyen desde las frías planicies de Canadá a los bosques de Costa Rica, establecen preferencias respecto a las serpientes con las que se relacionan. En otras palabras: tienen amigos. Según sus resultados, «al igual que nosotros, [las serpientes] buscan contactos sociales y son selectivas respecto a con quién socializan», afirma Morgan Skinner, cuyo estudio se publicó recientemente en la revista Behavioral Ecology and Sociobiology.