Andreas Mershin ha creado paneles solares con un pequeño bosque de nanocables de óxido de zinc sobre una esponja de dióxido de titanio y desechos agrícolas, como césped y hojas muertas. En pocos años, la gente de los lugares mas remotos podrán mezclar pasto con unos productos químicos económicos en el techo de su casa y comenzar a producir electricidad. Su eficiencia es 10.000 veces mayor que el sistema de Shuguang Zhang en el que se basa, pero tendrá que mejorarse otras diez veces o más para llegar a ser útil. En español:
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