El secreto de la felicidad es -espero haber captado vuestra atención con este inicio porque os voy a contar, nada más y nada menos, que el secreto de la felicidad– transitar de una obsesión a otra de forma natural y de manera que siempre tengas la cabeza ocupada con algo. No es un proverbio; es una teoría, concretamente, la del estado de flujo de Mihaly Csikszentmihalyi.