Cuando Benito, erudito y habituado a meditar, se aventuró a instalarse en una casita perdida en el suroeste de la península, seguramente sabía bien lo que hacía. Parece demostrada la existencia de restos fenicios, celtas, e incluso Tartesos, la bíblica, la del generoso, erudito y rey Argantonios con sus inagotables minas de oro y plata, también estaba muy cerca. Sorprendentemente, la prestigiosa institución National Geographic anunciaba nada menos que el descubrimiento de la mítica Atlántida, en el parque de Doñana ...