Angels Barceló cogió a Iglesias para intentar que no se fuera, “no te vayas muy lejos”. Confiaba en que su jefe, Daniel Gavela, le convencería. Barruntando lo que pasaría, Iglesias no dejó entrar a Gavela en su camerino. Cuando salió, llevaba ya el abrigo puesto. Gavela intentó convencerle pese a todo, y al ver que no podía, levantó la voz y el dedo. Iglesias le contestó: “Vuestro problema es que no os dais cuenta de que ahora van a por nosotros, pero después irán también a por vosotros”. Y se largó.