Miles Davis (Alton, EEUU – 1926) hablaba a través de cortas e íntimas notas de trompeta. Los sonidos salían de su instrumento de forma inspiradora, a veces susurrante gracias a su característica sordina, también de forma melancólica, mística y carismática. Davis hablaba con clase, estilo y perfección sin perder un ápice de ‘duende’ y de lo mejor del jazz, un potente sentido de la improvisación y del diálogo. Hoy hace 20 años que moría uno de los trompetistas más talentosos del mundo a los 65 años de edad.