Si esto no se arregla ¡Guerra, guerra, guerra! Si esto no se apaña ¡Caña, caña, caña! Hubo un tiempo en que los sindicatos, como UGT, Comisiones Obreras e incluso la CGT, atormentaban a los distintos gobiernos de la democracia, con huelgas generales y este tipo de consignas con las que a más de un presidente y ministro no le llegaba la camisa al cuello. Pero eso es pasado. Ahora los sindicatos mayoritarios están atados y bien atados vía Presupuestos Generales del Estado. Tan triste y lamentable, como cierto.